Intercambio estudiantil ~Sakura~ [01/??]

[Misumi]

Todo había comenzado un día como cualquier otro. Iba a la escuela como cualquiera y fue cuando la directora me había llamado a la dirección, yo me sorprendí por que no creía haber hecho nada malo. Pero bueno, fui igual. Había empezado a hablar con la directora sobre un "Proyecto de Intercambio" que era sobre intercambiar algunos alumnos entre dos escuelas, y más porque esa escuela era en Japón. Yo ni lo había pensado, había aceptado sin escuchar más. La directora me había dicho que se había sorprendido con la velocidad con la que le respondí, ya que es un viaje muy lejos de donde estábamos, pero aun así yo estaba muy emocionado con poder ir... Cuando le pregunte cual escuela iba a ser me había respondido que la Preparatoria Suimei. Por un momento se me hacía muy conocido ese nombre, demasiado conocido para ser exacto, tiempo atrás había visto un anime que asistían a una preparatoria llamada así, tal vez pudo ser mucha casualidad. Bien, ya tenía una preparatoria a cual ir... pero, ¿Dónde viviré ese tiempo? Ni bien termine de pensarlo y la profesora me había dado un folleto sobre un dormitorio que había cerca, pero no decía el nombre, se me hacía muy extraño que no lo dijera. Pero bueno, luego de una charla sobre el tema me dirigí hacia el aula para retomar las clases del día. La preceptora me había regañado por llegar tarde pero como le había dicho que estaba hablando con la directora no dijo más nada. Me senté y las clases siguieron como si nada hubiera pasado.

Al terminar las clases la directora fue a nuestra clase para decir lo del proyecto de intercambio. Si bien era para decir que un alumno iba a ir a Japón y que alguien de ese país iba a venir, ya la mayoría se podía imaginar que iba a ser yo, ya que era el que más dominaba el idioma, pero a decir verdad, no me sentía muy seguro de poder hablar bien el idioma. Pero bueno, me habían felicitado por poder ser el primero en ir de intercambio estudiantil para ser 2 países tan lejos. Me había emocionado mucho. Luego de eso cada uno nos fuimos a nuestras casas, yo había ido casi corriendo de la felicidad, quería ya estar de viaje, quería ver que me decían mis padres sobre esto.

Al llegar a casa, me había encontrado con mis padres, y le había dicho la noticia. Se habían sorprendido mucho, tenía que hacer bastantes cosas para poder ir... Sin contar que cuando me había fijado en el folleto que me había dado la directora el viaje estaba programado para dentro de 7 días. Eran muchas cosas que tenía que hacer, no sabía si iba a llegar a tiempo a hacer todo. Luego de la buena noticia del intercambio había quedado agotado y me termine derrumbando en mi cama.

Al día siguiente me había levantado temprano, otro día de escuela, faltando ya 6 días para mi viaje esperado a Japón. Tuve unos días muy ocupado, entre los estudios, seguir estudiando el idioma Japonés. Y entre los preparativos casi ni tenía tiempo de salir con mis amigos, de vez en cuando nos mandábamos algún que otro mensaje.

Faltando unos 2 días la directora me dijo que no hacía falta venir estos 2 días. Que me concentrara en lo que viene siendo el viaje. Esos últimos 2 días en mi país de origen se me hacían muy largos. Armando la valijas. Viendo que no se atrasara el vuelo. Ya estaba contando el tiempo faltante, el muy poco tiempo.

De camino al aeropuerto se hacía largo, pero ya era el día. El día que por fin iba a viajar a Japón.
Por suerte el vuelo no estaba atrasado, el vuelo no había tenido ningún problema de llegada a Japón.

Había llegado la hora de ver que todos esos años de estudio no habían sido en vano. Aunque en el aeropuerto había una persona esperándome con un cartel que decía mi nombre. Y para sorpresa, hablaba un poco de español por lo que se me había hecho un poco más fácil.

De camino al dormitorio no paraba de ver los al rededores, creo que viene siendo normal para alguien que viajo miles de kilómetros a un país que le gusta. Fue cuando esa persona me había empezado a hablar, sin darnos cuenta que habíamos estado caminando sin casi hablarnos.

Fue cuando nos habíamos presentado, aunque él ya me conocía, yo no a él. Fue cuando me dijo su nombre. Kanda, Kanda Sorata. Y ahí sí, se me vino mucho a una serie que había visto tiempo atrás.

Llegamos al dormitorio, pero éramos los únicos, le había preguntado si había más personas viviendo aquí. Fue cuando me había dicho que los demás tardarían en llegar y que me pusiera cómodo en mi habitación. Ni bien había llegado había pensado que lo mejor era desempacar las cosas que seguramente iba a empezar a utilizar pronto. En eso habían golpeado la puerta, y era Kanda diciéndome que habían llegado los demás.

Fuimos al living, y fue cuando había dicho en voz alta "Nanami, Mashiro". Fue inevitable que todos se sorprendieran. Fue cuando....

Continuará.